DISCLAIMER: Esto
se va poner rudo.
Sinopsis propia: Lea es la segunda descendiente del gran y
benevolente rey de Silam y, hasta donde sabemos, la única sobreviviente de su
reino cuando el rey de Manlo, Lostar, decidió atacar y destruir su hogar hasta
los cimientos.
El que sería el más terrible recuerdo de nuestra
protagonista, un monstruo con olor a humo y sangre, y que fue el responsable de
la devastación de su reino sería también el motivo de mantener viva una sed de
venganza en Lea, que la llevaría a conocer grandes caminos, Dioses, verdades
ocultas, misterios y lo más importante, a su nueva familia, a los grandes
dragones de Antok, descendiente de Xinji.
Opinión personal:
Este es uno de esos extraños casos en que el libro tiene todos los elementos
que harían de una historia algo fascinante y que debería encantarme pero ocurre
todo lo contrario. Sin duda, o bueno, unas pequeñas; creo que es un buen
libro, y la historia quizá no sea la más original de la fantasía pero es
entretenida, mi problema radica en que he notado tantos detalles que me encontré haciendo
anotaciones a cada momento y deteniéndome a media lectura para pensar en cómo
han abordado ciertos aspectos otros autores que he leído, algo que para mí es
un total desacierto, porque el libro no ha logrado atraparme lo suficiente para
acabar con las distracciones.
Vamos en orden con mis impresiones; sin pensarlo mucho hay
dos elementos que destacan en el libro: los personajes, en menor escala, y la
forma en que están narrados los sucesos que es lo que realmente se roba la atención del lector.
Los personajes, a pesar de que al principio tuve mis
reticencias con dragones parlanchines, algo muy propio de la fantasía juvenil,
y de las actitudes de Lea como una chica decidida, nada temerosa y con un porte
de toda una mujer madura que ha afrontado a la vida con tan solo diez años
justo después de ser solo una niña consentida por su padre, algo nada creíble
en mi opinión; los personajes han logrado estar justificados, la mayoría o al
menos, los más importantes; y desarrollados lo suficiente como para tomarles
afecto. Sin embargo los diálogos eran algo planos para mí y las voces eran
idénticas, por lo que sus interacciones carecían de fuerza y atractivo, PERO
MADRE MÍA, las descripciones eran todos los puntos altos del libro.
Casi deseaba que dejaran de hablar para siempre los personajes y sólo se
narrara sus aventuras.
Algo curioso que me pasó con Dragún, es que al leer sentía
que recogía elementos de varios subgéneros dentro de la fantasía, aunque en mi
opinión, no terminaba de encajar del todo. Al más puro estilo de game of
thrones habían decapitaciones y asesinatos a diestra y siniestra durante
algunos fragmentos del libro y esto, a pesar de que me encantó, porque como
digo: las narraciones son impecables, los estilos de fantasía, especialmente el
juvenil, no se mezclaban bien y se sentía como si leías distintos libros al
mismo tiempo.
A su vez, el sistema de magia no estaba justificado y
resultaba bastante etéreo. Incluso en fantasía se necesita que se explique el
sistema que funge en el universo para entender las reglas que lo rigen y sus
conexiones, sin embargo siento que, como los elementos propios de la fantasía, este libro mezclaba demasiados sistemas de magia que a pesar de que no son necesariamente
excluyentes, tampoco son como el agua y el azúcar, y necesitábamos algo más de
explicación sobre ellos para entender como coexistían estos sistemas en el
universo de Dragún. Aun cuando acabé el libro este detalle no terminó de resolverse
y quedan varias preguntas en el aire.
Cuando el libro subía, se iba por los cielos, pero cuando
bajaba, se desplomaba. Por lo que no puedo decir que mantiene un ritmo lineal,
pero esto es algo que al menos el 98% de los que lo han calificado en goodreads difieren de mí. Sue me!
El desenlace tampoco me fascinó, fue casi muy sencillo, así
como la resolución de la primera aventura. Y el clif hanger al final no lo justifico cuando este libro
aparentemente pensaba ser un stand alone.
A ver, que tiene siete años de haberse publicado, al menos un relato corto para
saber que pasaba con Lea podría sacar el autor, más cuando tiene una precuela. Y
sí, un segundo libro caería como anillo al dedo para explicar tantos vacíos
como el sistema de magia y a su vez completar la historia, que perfectamente
puede ser una bilogía, no más, pero igual me parece una grosería ese final.
En definitiva no ha sido mi libro favorito y bajo ninguna
justificación lógica salvo el “oye lee este libro a ver qué te parece” se lo
recomendaría a amigos que no lean fantasía o que por el contrario la lean
demasiado. Pero estoy seguro que adolescentes de dieciséis o diecisiete años
que se interesen en el género pueden maravillarse enormemente con la creación
de este autor, que ah por cierto, no lo he dicho: es Venezolano.
Y sí, menores también pueden leerlo, pero luego de haber
trabajado en el sistema de protección de niños y adolescentes no soy muy
partidario de que menores de edad lean decapitaciones y demostraciones directas
de violencia, pero eso ya va de parte de cada quien.
Calificación: 2.5/5
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